miércoles, 19 de diciembre de 2012

Justicia para Tomás

Hay personas que pierden su condición por lo actos aberrantes que cometen y nos dejan sin poder de entendimiento...Ni locos, ni monstruos, simplemente mala gente.


Perpetua para cerrar el crimen de Tomás

El Tribunal Oral 1 de Junín condenó a Cuello a perpetua. Los jueces consideraron como agravante la alevosía de la indefensión del niño y sostuvieron que el crimen se enmarcó en un caso de “violencia de género”. El público vituperó al condenado.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Básico y fundamental

Porque si respetamos a los pibes habremos dado un gran paso en la construcción de adultos solidarios que puedan vivir en una sociedad más justa e igualitaria, queremos compartir algunos artículos de la Ley de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.

Los Niños, Niñas y Adolescentes tienen derecho a:

-Disfrutar de su vida, no ser maltratados ni obligados a hacer con su cuerpo cosas que no quieran.

-Expresar sus ideas y a dar su opinión y ser consultados.

-Recibir educación gratuita, a no dejar la escuela por ser un papá adolescente o una mamá embarazada.

-Que se proteja su salud.

-Que nadie los discrimine por su color de piel, por la plata que tienen, por su religión o por su sexo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Justicia corrupta no es justicia

El jueves 13 a las chapas, resignificando la bronca y la indignación nos juntamos para tamborear y volantear..."Justicia corrupta no es justicia" dijeron lxs cumpas...



miércoles, 12 de diciembre de 2012

La sentencia contra Marita

Gente: queríamos compartir las palabras del amigo Mempo y va la nota completa 
La sentencia contra Marita o esta es la justicia que tenemos
Por  Mempo Giardinelli 
Escribo esto con profunda bronca a la hora del cierre, quede claro. No quiero dejar pasar la furia que siento y que sé, me consta, veo y palpo que sienten en estas horas de dolor millones de ciudadanos y ciudadanas en todo el territorio nacional. 

Para sorpresa y espanto del país entero (el país decente, digo, el que mayoritariamente no es corrupto) todos los acusados por el caso Marita Verón fueron absueltos en Tucumán en esta noche ominosa de la Argentina, en una decisión judicial obviamente sospechable de lisa y llana y flagrante corrupción.

Esta es la justicia (desde ahora la escribo con minúsculas) que tenemos. La que impera mayoritariamente en nuestro país. Unica institución republicana que no fue democratizada en serio desde la recuperación de la Democracia. Y que junto con sus socias, las malditas policías y los malditos servicios penitenciarios provinciales, son las únicas que conservan intactas todas las taras formales y esenciales que les inculcó la dictadura.

Porque la democracia significó profundos cambios institucionales en casi todos los órdenes: militares, educativos, de relaciones exteriores, de economía, de sociedad. Pero lo que no se tocó, ni se toca todavía, es lo que huele a podrido. Y este “fallo” –es un decir perfecto: fallo– está llenando de hedor a la Nación entera.

A sabiendas de que toda generalización es injusta y peligrosa –y en conocimiento de que hoy mismo se conoció el noble pronunciamiento de más de 200 jueces, fiscales y defensores públicos que emitieron un contracomunicado que desdice a ciertas catervas de jueces y camaristas viajeros a Miami por cuenta de empresarios, y a los lobbistas marrulleros del Colegio de la Magistratura y a los de esa de nombre imposible Comisión Nacional de Protección de la Independencia Judicial– yo me siento esta noche tentado de homologar esta maldita justicia a las malditas policías.

La que condena nuevamente a Marita Verón y nuevamente procura destruir a Susana Trimarco (pero a la que en realidad e involuntariamente enaltece) es la justicia que hay que cambiar de una vez y yo quiero ver si los opositores tendrán huevos para hacerlo, e incluso si el Gobierno los tendrá, todo sea dicho.

Cambiar de una vez los procedimientos y los plazos; cambiar de una vez el engolamiento y la pretendida santidad de los magistrados; cambiar los tratos y rótulos del siglo XIX para que las Señorías engoladas de hoy que no pagan impuestos empiecen a pagarlos como cualquiera de nosotros, que laburamos y sostenemos este país con esfuerzo y decencia. Y así acabar con mitos como el de la “familia judicial” y el de que los trapos sucios se lavan en casa.

Esa es la justicia que a mí, empleado durante cuatro años en el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Chaco y joven estudiante de Derecho en la Universidad Nacional del Nordeste –y lo digo por primera vez públicamente–, me llevó a abandonar cuando tenía 21 años la profesión que yo amaba y había elegido a los 16.

Hay que dar los nombres de estas tres “señorías” tucumanas de las que el mismísimo gobierno de José Alperovich sería bueno que dijese su opinión públicamente. Son ellos: Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. Yo no sé si sus conciencias, si las tienen, los podrán juzgar. Y no me importa. Pero nosotros, la ciudadanía, sí. En democracia y en paz, serena pero definitivamente, tenemos que condenarlos éticamente, a la vez que vincularlos con los mencionados colegios, juntas, consejos, asociaciones y demás grupos corporativos que sólo son puro lobby, para decirlo clarito.

No tienen vergüenza y esta noche en que celebran todos los miles de prostíbulos del país, y todos los proxenetas, y todos los mercaderes de carne humana, y todos los hijos de puta de la trata, y perdóneseme la furia textual, nosotros, los que sí tenemos vergüenza y somos la inmensa mayoría de este país atormentado, por eso puteamos. Por eso LOS puteamos. Con la misma fuerza y convicción con que abrazamos a Susana Trimarco y esperamos un día abrazar a Marita Verón y a todas las Maritas que fueron y seguirán siendo, por desdicha, gracias a estos infames protectores de tratantes de personas.
Malas noches, Argentina.

martes, 11 de diciembre de 2012

Absolvieron a los trece acusados por el secuestro de Marita Verón

Fuente: Últimas noticias de Página 12

Tras postergar cuatro veces la lectura de la sentencia, la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán resolvió por unanimidad absolver a los trece imputados por el secuestro y el sometimiento de la joven tucumana, desaparecida desde abril de 2002. La fiscalía y la querella habían pedido penas de entre 12 y 26 años de prisión para los acusados de formar parte de la red de trata que raptó a Marita. "Está absolutamente claro que este es un acto de corrupción", manifestó el abogado de Susana Trimarco, quien por su parte afirmó estar "más fuerte que nunca". Anunció que pedirá el juicio político de los tres magistrados.

Texto completo aquí

Esperamos Justicia por Marita Verón

Se puede levantar una ciudad en ruinas


Este es el aporte de la hebra involuntaria Diego Vdovichenko que desde La Plata nos acercó estas hermosas palabras..de otra poeta vigorosa..


Ley 26.485 (un poema de Mariela Gouric)

Conocerás la verdad y ella te hará libre. Jn. 8.32

Se la bate
a todo lo que malogre tu cuerpo,
que vuelva cualquier parte de él
un ojo negro,
un estuche de puntos ciegos.

También lo que apague
como a botellazos
tus ideas luminosas de mezquino consumo
de frágiles watts. Lámparas miedosas
que de tanto enfrentamiento duro
tiemblan y bajan su tensión con la vibración
del sonido del motor del auto,
que en la puerta de la casa
amenaza que a minutos está del próximo round.

Sería que se la pone
a todo lo que pelee contra tus ideas y tus
sentimientos
en desventaja.

Para esos sentimientos hay palabras: Para la tristeza
hay la palabra tristeza,
para el miedo
la palabra miedo,
para el desamor,
la desamor.

Para la palabra violencia hay
imágenes:
una cara envejecida antes de tiempo
como si un elástico le cruzara la frente;
el ruido delator de los platos rotos
y un patio que él cubrió con cemento la tierra
donde ella quería poner helechos y malvones,
gajitos que trajo del interior.

Ni cabida a todo lo que
arruine la manera que vos tenes de verte, corte espejo;
que sea descansero, con lo que hagas. Manipulero.
Que atrevido
te malondee con si querés terminar el secundario,
cambiar el bar por una tiendita de ropa o
salir a vender pan casero.

Eso que te quiera decir como bailar,
de lo que te rías;
que si te ponés la pollera
corta, el jean
ajustado
o la remera muy
apretadita.

Que te sargentee o te delire
si te cabe ir a la iglesia
de la pastora norma o a la misa.
Tirate las cartas.
Prenderle una vela
a la estampita del gauchito gil
arriba de la repisa.

Que te haga callar en la mesa.
Que te haga callar en la pieza.
Que te haga callar en la vereda.
Que te haga callar delante de los chicos.
Que te haga callar cuando el partido.
Que te haga callar cuando te haga el ruido el estómago.
Que te haga callar cuando estés a solas con
esa que eras vos.

Tampoco que con la bandera del amor
te tenga chivando contra las cuerdas,
vigilanteandote con quien hablas,
a quién mirás o a dónde van tus piernas
o los mensajes de tu celular.
A mí me tenes que avisar. Que sino
qué va la gente a pensar de vo. Es re corta
si nostoy
no salga
para afuera de la casa que hice y que pa que mantengo
si vo anda por ahí yirando van a decir que andá buscando macho.
A mí no me discutá y te quedá dentro.

Permiso y plata se le pide al banco y a los viejos.

Hay cosas que son legales nomás
y más que legales divertidas
en las letras de cumbia, adentro de la boca de Dalila.
Ahí nada más se menean, ahí te excitan.

Rajá, tomátela. Plantate groso.
Parate de manos. Pirátela.
Forcejeá. Escapá. Agitá.
Cuando se te queme
el rancho
abanicá las ventanas.
Sacá el humo quilombero afuera,
dsifrutá cuando el fuego infiel agarre el campo
seco desde hace años.

Mientras todo se va a la mierda,
sentate en el cordón cuneta,
como cuando el Cristo hizo sentar a
la multitud que lo seguía sobre el pasto
para organizar la comida de los panes y los pescados.
Lo primero que necesitas es descanso.

Sin culpa mirá como se viene todo abajo:
se caen las chapas, se derriten los vasos.
El calor explota las copas en la vitrina fuera de moda.
Se incendian los tapizados de las sillas
retapizadas con la misma tela
con las que consiste las cortinas
con tus propias manos
mientras todos dormían.

Quedate tranqui.
No sos zorra, ni putita. Ni te gusta que te
bajen los dientes. Creeme
se puede levantar una
ciudad
en ruinas.
Creeme
se puede levantar una
ciudad
en ruinas.
Creeme
se puede levantar una
ciudad
en ruinas.

Nadie es sola, ni mucho menos solita.

Lo dice la ley mamita
que no puede hacerte sentir culpable
el limón que olvidaste para las milanesas
que empanaste
con tus propias manos.

No son las que te hacen llorar,
las raíces amargas crecidas
de tu palo teñido,
ni el esmalte que se saltó
de tus uñas escamadas.

Creeme
se puede levantar una
ciudad en ruinas.
Se puede levantar una
ciudad en ruinas.
Se puede levantar una
ciudad en ruinas.